En el lenguaje estratégico militar, un multiplicador es una combinación de atributos y ventajas que hacen a una determinada fuerza ser más efectiva que otra similar a ella. Es un factor que aumenta -multiplica- la eficacia de un grupo.

El marketing contemporáneo habla de multiplicadores de fuerza para referirse a conjuntos de herramientas que aumentan el efecto de cada estrategia individual de ventas. Se basa en la siguiente premisa: si una persona compra un producto que le gusta, es probable que cuente a otros las características de éste y a qué precio lo compró. Los multiplicadores aumentan la eficacia de los esfuerzos del marketing.

Y es aquí donde el término multiplicadores entra en juego en nuestro proyecto. Creemos que los alumnos líderes en virtudes son la nueva generación transformadora de nuestra sociedad. Aquella que cree que la más potente herramienta de educación es el ejemplo, y con el suyo van a transformar el mundo en el que viven. Aquella que trabaja con la pasión y la entrega necesarias para hacer feliz al otro. Y que descubre, precisamente, que la primera condición para encontrar la felicidad es no buscarla, sino repartirla.

Por la decisiva influencia que tienen sobre sus compañeros, es preciso dedicar tiempo y esfuerzo a su formación:

éste es el objetivo de THE MULTIPLIERS PROJECT.


martes, 13 de abril de 2010

Saludo de Alexandre Havard desde Moscú


Queridos amigos MULTIPLIERS, hace un par de semanas recibí un correo de Juan Herminio en el que me invitaba a visitar el blog de vuestro proyecto.

Fue para mí una muy agradable sorpresa ver que ya desde una edad temprana estáis trabajando vuestro liderazgo virtuoso. Como ya os habrá contado Juan Herminio acabo de publicar un libro en español que demuestra que liderazgo y virtud no son compatibles, sino que son realmente sinónimos.

Queridos MULTIPLIERS, tenéis que descubrir en vuestro proyecto que el liderazgo es un servicio. Un líder es siempre un servidor: Un servidor de sus compañeros, de sus empleados, de sus hijos, de sus conciudadanos, un servidor de toda la humanidad. Y la esencia del servicio es la humildad. Al practicar la humildad, el líder respeta la dignidad connatural de aquel a quien sirve y, en particular, la de aquellos que participan en la misión común.
Magnanimidad y humildad son virtudes inseparables en el liderazgo. La magnanimidad es el origen de las ambiciones nobles, la humildad canaliza esas ambiciones hacia el servicio a los demás.
La magnanimidad y la humildad son virtudes del corazón por excelencia. Confieren al líder que las posee una importante dosis de carisma.

En la distancia apoyo vuestro trabajo (ojalá podamos llegar a conocernos) y os animo a dedicarle tiempo, esfuerzo e ilusión. A cambio os pido oraciones por mis proyectos.

Recibid todos y cada uno un gran abrazo de vuestro amigo de Moscú Alex.

Por cierto, me ha encantado que hayáis utilizado una mis frases para encabezar el blog.”

Alexandre Havard
Director
Havard Virtuous Leadership Institute
www.hvli.org
havard@hvli.org

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